Cuanto menos calor se aplique al cabello, sea en el secado o en el styling, más volumen se conseguirá. Si se requiere secador, mejor establecer la temperatura a media potencia, empezar con la cabeza boca abajo y luego seguir por la raíz, levantándola con la ayuda de un peine o de un cepillo de esqueleto. El toque final lo daría un cepillo redondo de brushing, el más adecuado para dar cuerpo.