Seleccionamos los trucos de cuidado, peinado y styling que funcionan (de verdad) para dar cuerpo al pelo fino. BUENA BASE

Un corte de pelo adecuado y bien pensado es la clave esencial para crear volumen: no hay producto que levante (literalmente) un mal corte. Conviene elegir cortes que no pasen de la clavícula y evitar el largo, ya que aporta peso al cabello. Las capas ayudan a dar movimiento, pero solo si son pocas, largas y estratégicas: lo ideal es evitar los estilos supercapeados, apostando por únicamente unas cuantas largas, así como por cortes asimétricos o llevar la raya ladeada, para dar sensación de más cabello.

LAVADO A MEDIDA Es obvio, sí, pero no está de más insistir en que conviene que tanto champú como acondicionador (que se debe aplicar solo en puntas, nunca en la raíz) sean específicos para cabello fino o, al menos, fórmulas ligeras sin siliconas. En ocasiones, el cabello fino necesita lavarse a diario para darle cuerpo. En ese caso, con una champunada es suficiente.

AYUDA EXTERNA Los productos voluminizadores son los mejores amigos del cabello fino. Se aplican sobre el pelo húmedo y vale la pena separar el cabello por mechones para asegurarse de que se ha distribuido bien y se ha cubierto toda la cabellera por completo. Si se quiere dar volumen de raíces a puntas, lo mejor es la espuma, mientras que los sprays son idóneos para dar cuerpo en raíz y marcar la forma del peinado. Y, cómo no, no se puede olvidar el versátil champú seco, ¡perfecto para dar cuerpo y textura a todo el pelo!