RECURSOS HIDRATANTES

Incluso en los días de lluvia, el ambiente invernal es más seco que el del estío. ¿La razón? No solo porque el aire frío suela tener un menor contenido de humedad ambiental, sino, sobre todo y, ante todo, por las calefacciones, que reducen notablemente el agua de nuestro entorno y, por tanto, convierten el aire que nos rodea en una especie de papel secante que nos «roba» la hidratación cutánea. Instalar humidificadores es la receta asegurada para un cutis más jugoso, pero no la única: situar recipientes con agua cerca de la calefacción, así como rodearse de plantas de interior, también es una buena ayuda.y, cómo no, usar una hidratante más emoliente de lo habitual. Cuanto más seco sea el entorno, más importante será usar una crema oclusiva, que retenga el agua en el interior de la epidermis.