EL juicio se retomará el próximo jueves 19 de octubre con los informes finales de las partes y, después de este trámite, Josep Santacana optará por usar o renunciar a su derecho al último turno de palabra. Porque, a día de hoy, la Fiscalía ha rebajado la petición de pena para Arantxa Sánchez Vicario de cuatro a dos años de prisión, con lo que la ex número uno del tenis mundial evitaría la cárcel. Sin embargo, para su exmarido, la petición de cuatro años de prisión se mantiene. Después de que la deportista reconociera los hechos, rompiera a llorar y responsabilizara a su exmarido de la gestión de la fortuna —«Me fie de mi marido y fue él quien lo organizó todo», dijo textualmente—, Santacana lo tenía más complicado. Arantxa se beneficiaba de la rebaja de pena al aplicársele los atenuantes de confesión y reparación del daño, dado que ha reconocido la culpa, ha colaborado con la justicia y ha devuelto casi dos millones al banco (1.874.408). En el caso de su exmarido, las deliberaciones previas apuntan a que es responsable en concepto de autor y cooperador necesario de los hechos. El empresario ha manifestado que nunca evitó pagar esa deuda, en contraposición al testimonio de su exmujer. «Tuve siempre la voluntad de pagar la deuda», sostuvo y añadió: «En ningún momento me beneficié del patrimonio de mi esposa», a quien, por otro lado, responsabilizó de la venta de sus inmuebles con el único fin de obtener liquidez para pagar su deuda con Hacienda de 5,2 millones de euros.