Mimos, muchos mimos: es lo que necesita nuestra piel cuando bajan las temperaturas.texturas emolientes, activos calmantes y evitar agresiones como el agua muy caliente son la clave para darle los cuidados que requiere y agradece.

Aunque cada invierno sea algo más cálido que el anterior, sigue habiendo días en los que el termómetro se desploma y lo siente el cuerpo, ¡y lo nota la piel! Sobre todo, en los cutis secos, sensibles o con rosácea, que sufren cuando descienden las temperaturas. Pero no solo ellos: todos los tipos de piel agradecen que se introduzcan pequeños cambios en su rutina de tratamiento para adaptarse a las variaciones climáticas. siempre a mano cosmética de acción calmante. Es el caso de las llamadas cica-creams, cosmética rica en extractos como la centella asiática, de gran poder reparador, o de sérums o cremas «efecto botiquín», que reparan y cuidan la función barrera y que siempre conviene tener a mano. No solo por el frío, sino para pequeños roces, irritación, estrés… Son productos multiuso que siempre conviene tener a mano para estas ocasiones.