CON 15 millones de seguidores en «Tiktok» y más de 2 millones en «Instagram», Mar Lucas está considerada como una de las «reinas» de las redes en nuestro país. Comenzó cuando apenas era una adolescente, subiendo vídeos a «Musica.ly» —la antigua «Tiktok»— y hoy, con 21, puede decir que es una estrella consolidada en el mundo digital. Pero, en realidad, persigue otro sueño: triunfar en la música. Y poco a poco lo está consiguiendo.

—Has pasado de ser «influencer» a hacer música y has dicho que eras de las que cantabas en la ducha, hasta que alguien te dijo que tenías un timbre de voz muy bonito…

—Sí, fue exactamente así. En la vida me hubiese imaginado que yo me podría dedicar a cantar. Me ponía límites y nunca lo tuve como opción pero, cuando se me dio la oportunidad y conocí lo que era el mundo de la música, me enamoré por completo y trabajé lo más duro para poder dedicarme a ello.

—¿Crees que el ser «influencer» ha sido una carga?

—En parte creo que, obviamente, tiene un punto de ayuda, por reconocimiento y porque te ve más gente. Pero también la gente te tiene etiquetada de una manera, y quitarte esa etiqueta… También cuesta muchísimo ganar credibilidad en la música u otro aspecto artístico porque, como creador de contenido, muchas veces no te toman en serio. Me ha costado como dos o tres años, y aún me queda mucho camino por recorrer, mucho que aprender… Creo que a la gente le cuesta entender que estoy empezando, poco a poco, que no tengo ninguna prisa… Normalmente los artistas tardan muchísimos años en encontrar su sonido, su voz, su identidad.

—Pese a todo… ¿estás contenta con tu decisión?

—Sí, cien por cien. Al principio sufrí bastante porque se dice pronto, pero han sido dos años de no saber muy bien qué iba a ser, si le estaba dedicando mucho tiempo a algo que no iba a funcionar… Me costó mucho que la gente de la industria creyera en mí y en mi proyecto… Todo es un proceso muy largo, tuve muchos bajones de querer tirar la toalla y me planteé si debería dedicarme simplemente a crear contenido; pero, realmente, lo que me llenaba y me hacía feliz era la música, entonces me arriesgué. Estoy contenta de no haberme rendido porque, a día de hoy, creo que estoy recogiendo muchos frutos. La gente está creyendo y estoy cumpliendo muchos sueños. Ha sido increíble.

—Entonces, ¿confías en que tu futuro sea en la música? ¿Con quién te gustaría trabajar?

—Espero que sí. Voy a dedicar mi tiempo, mi esfuerzo, mi felicidad y mis ganas en que así sea. Siempre lo digo y siempre lo diré: me gustaría trabajar con mujeres porque creo que podemos hacer cosas increíbles.

—¿Tienes algún nuevo proyecto a la vista?

—A corto plazo no, porque me gusta mucho trabajar las cosas, pero ahora estoy trabajando en un «EP», que espero que salga lo antes posible —a principios del año que viene—, y le estoy dedicando mucho amor, porque es una manera de explicar mi historia y de acercarme un poco más a la gente que quiera conocerme. Creo que el 2024 va a ser un año mágico y precioso para mí, así que estoy deseando que empiece ya.

«Estoy contenta de no haberme rendido porque, a día de hoy, creo que estoy recogiendo muchos frutos»