HOLA

NOCHE DE GALA, TIARAS Y REENCUENTRO DE MONARQUÍAS, EN EL JUBILEO DE ORO DEL REY CARLOS GUSTAVO DE SUECIA

Reúne a sus hijos y a las Familias Reales nórdicas en Estocolmo para celebrar sus 50 años en el trono con cuatro días de fastos históricos Agradeció a sus hijos su apoyo e hizo un tributo especial a la Reina: «No he podido tener mejor compañera de vida. Estoy feliz e impresionado por todos los esfuerzos que ha hecho por

el país»

CARLOS Gustavo de Suecia celebró sus 50 años en el trono por todo lo alto, aunque con lista de invitados reducida. Después de la coronación de Carlos III de Inglaterra y de la boda del príncipe heredero de Jordania, se esperaba una tercera cumbre de Reyes y príncipes, pero finalmente solo viajaron a Estocolmo representantes de las Monarquías escandinavas. Los Reyes Harald y Sonia de Noruega con su hijo, el príncipe Haakon —la princesa Mette-marit causó baja por enfermedad—, y la Reina Margarita de Dinamarca con los príncipes herederos, Federico y Mary, y su hermana la Reina Ana María de Grecia, que llegaron en barco.

A lo largo del último año, en el reino nórdico se han sucedido los homenajes al segundo monarca más veterano de Europa —su prima la Reina danesa le gana por un año—, pero fue del 13 al 16 de septiembre cuando el Jubileo de Oro del Rey se celebró con grandes fastos y pompa, destacando, ya en vísperas, el concierto que tuvo lugar en el palacio de Drottningholm, la residencia familiar.

Aunque el día grande fue el viernes 15 de septiembre, coincidiendo con la fecha exacta en la que se cumplían los 50 años de reinado. Se cele

bró un tedeum en la capilla real, salieron al balcón, asistieron a un concierto y terminaron la jornada con una cena jubilar en el fastuoso palacio real, a la que asistieron los jefes de Estado de los países nórdicos, conmemorando un hito en la historia de la Monarquía sueca.

EL REY EMOCIONÓ A TODOS

Cuatro Reinas y seis princesas se encargaron del espectacular desfile de tiaras, joyas y fabulosos vestidos. Y el gran protagonista de la noche, de emocionarlos a todos con un discurso en el que, además de dedicar unas palabras al pueblo que le ha brindado su apoyo y confianza en las últimas cinco décadas —un 62 por cierto de ciudadanos apoya la Monarquía—, quiso reconocer la importancia del papel de la Reina Silvia, como su mujer y como monarca: «Tres años después de que asumí el cargo, Suecia tenía una Reina. No he podido tener mejor compañera de vida. Estoy muy feliz e impresionado por todos los esfuerzos que ha hecho por el país». Palabras que emocionaron a la Reina, aunque la que le arrancó verdaderas lágrimas fue su hija Victoria cuando llegó su turno de palabra.

VA A SEGUIR REINANDO

Coincidiendo con la cena en palacio, la televisión sueca también emitió un mensaje del Rey a sus conciudadanos, en el que dejó claro

Cuatro Reinas y seis princesas desfilaron con vestidos de cuento e impresionantes joyas destacando la tiara de Silvia de Suecia cuajada de diamantes y

con un peso de tres kilos

que va a seguir reinando «tanto en los buenos tiempos como en los de grandes desafíos»; que siente un enorme agradecimiento por el apoyo «que he recibido del pueblo de Suecia» y de «mi querida familia, que ha estado lealmente a mi lado a lo largo de los años. La Reina, nuestros hijos con familias y mis hermanas siempre han estado ahí».

Y el sábado continuaron los festejos. Los Reyes recorrieron Estocolmo en carroza, escoltados por 3.000 soldados junto a unidades de la Marina y la Fuerza Aérea y con decenas de miles de suecos saludando al cortejo real en las calles. Una espectacular procesión que continuó por agua, a bordo de la barcaza real, el mismo balandro en la que se embarcaron el día de su boda, recorriendo la costa próxima a la capital. Y, después, por la tarde, junto a sus hijos y nietos cerraron las celebraciones con música en el puente de Norrbro, la explanada que se abre frente al palacio real. El concierto comenzó con la «Marcha jubilar» y el público entonando a coro el «Himno al Rey» y hubo un desfile de los artistas suecos más populares, entre ellos, Loreen, las dos veces ganadora de Eurovisión, que se encargaron de recordar los últimos 50 años de música en Suecia.

TRAS LA MUERTE DE SU PADRE, HEREDERO CON CUATRO AÑOS

Carlos Gustavo nació el 30 de abril de 1946, cuando reinaba su bisabuelo, Gustavo V; perdió a su padre a los nueve meses —murió en un accidente de avión— y fue proclamado príncipe heredero con cuatro años. Subió al trono en 1973, tenía 27 años y sucedía a su abuelo Gustavo VI Adolfo, que había fallecido

a los 90 años. Meses antes había conocido en los Juegos Olímpicos de Múnich a Silvia Sommerlath, quien trabajaba como azafata e intérprete. Se casaron en 1976; tienen tres hijos, los príncipes Victoria, Carlos Felipe y Magdalena, y ocho nietos, aunque no todos los han podido acompañar en estos días históricos. Han estado a su lado, la princesa Estelle (once años), llamada a reinar algún día, y su hermano, Óscar. También los hijos mayores de los príncipes Carlos Felipe y Sofía: el príncipe Alejandro, de siete años, y el príncipe Gabriel, de seis. Su hermano pequeño, el príncipe Julián, de dos años, todavía es muy pequeño. Tampoco acudieron a la cita los hijos de Magdalena y Chris O’neill: Leonore (nueve años), Nicholas (ocho) y Adrienne (cinco), que siguen en Florida, aunque sus planes son trasladarse a vivir a Estocolmo.

Su nieta Estelle, de once años, asistió al concierto del palacio de Drottningholm y robó el protagonismo a las princesas nórdicas con un vestido «low cost» de tul que pertenece a su madre

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2023-09-20T07:00:00.0000000Z

2023-09-20T07:00:00.0000000Z

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