TRES semanas después de la publicación de unas fotografías con Genoveva Casanova por Madrid, el príncipe Federico continúa cumpliendo con su agenda con total normalidad. El heredero al trono de Dinamarca acudió a la primera cacería Real del año, en los bosques de Gribskov, a 50 kilómetros al norte de Copenhague, para promocionar la temporada cinegética. En esta ocasión, no estuvo acompañado por Mary Donaldson, ni fueron convocados los medios.

Días después, el martes 21, Federico de Dinamarca reapareció, de nuevo sin su mujer, en otra cacería celebrada en Gludsted —en la zona central de la península de Jutlandia—. Pero esta vez sí hubo presencia de prensa, que le habría preguntado por las imágenes. El príncipe habría declinado pronunciarse, sin mostrarse tenso. De hecho, estuvo sonriente y distendido.

De esta forma, el heredero al trono danés se mantiene calmado tras la tormenta mediática, sin dar importancia a las informaciones sobre su amistad con Genoveva, a la que habría conocido en algunas cacerías en Austria y Alemania, tal y como adelantó Susanna Griso y confirmó «¡HOLA!». Lo que no pudo evitar fue el cese de especulaciones sobre su matrimonio, al ausentarse Mary Donaldson en estas dos citas campestres. Incluso, hubo medios que se atrevieron a afirmar que la mujer del príncipe habría pedido no acompañar a su marido en sus apariciones.

Estos rumores se disiparon el miércoles 22, cuando Federico de Dinamarca y su mujer se reunieron con Tomas Anker Christensen, embajador de Dinamarca por el Clima, en el palacio de Amalienborg. Es cierto que Mary llamó la atención por su semblante serio, pero también es verdad que el tema abordado en dicho acto —el cambio climático— es realmente preocupante.

Mientras, Genoveva sigue en paradero desconocido. Las últimas imágenes que hay de ella son las que «¡HOLA!» publicó hace dos semanas, cuando la mexicana se encontraba refugiada en San Sebastián —en el palacio de Arbaizenea, de Cayetano Martínez de Irujo—. Días después, se publicó que Genoveva podría haber abandonado España.