KATE volvió a arreglárselas (en elegancia y sonrisas) para cumplir con las expectativas más altas, en la segunda visita de Estado que Carlos III recibe desde que subió al trono, la primera desde su coronación. La princesa de Gales ha mantenido un perfil bajo en los últimos meses y ha estado arriesgando poco —tachándola incluso algunos medios de aburrida—, pero el 21 de noviembre volvió a dejar claro por qué es una de las mujeres más influyentes. La futura Reina regresó a escena por la puerta grande, de rojo y de blanco, con una tiara que hacía casi un siglo que no se llevaba en público y un «movimiento» de piernas (infinitas) que saltó a las portadas de los periódicos de su reino y a la prensa de medio mundo. La princesa bajándose de su Rolls-royce con el truco infalible de Diana, sabiendo que las cámaras te están esperando.

Como decía Isabel II, «hay que verme para creerme». Kate, reina de rojo desde el sombrero hasta los zapatos para recibir, en el Horse Guards Parade (Londres), al presidente surcoreano Yoon Suk-yeol y Kim Keon-hee, en su viaje de tres días a Gran Bretaña. Un golpe de efecto con segunda parte que veríamos horas después en Buckingham, donde el Rey ofreció una cena de gala.

La Reina y la princesa empezaron haciendo un guiño a la bandera de Corea del Sur, por la mañana, y acabaron homenajeando a la suya con sus vestidos y sus joyas. Carlos III abrió la bóveda de par en par para su «querida nuera» como la describió recientemente; y Kate rescató la Tiara Strathmore Rose, que llevaba noventa años en el olvido. Y Camilla, con vestido de terciopelo rojo de Fiona Clare, también estrenó una nueva tiara, la birmana de rubíes y diamantes, la quinta en un año sin contar la corona con la que se convirtió en Reina.

El Rey la corona con la diadema Strathmore Rose de su abuela, la Reina madre, que no se veía desde hace casi un siglo, y el mejor halago: «mi querida nuera»

La poderosa imagen «en rojo» de la princesa de Gales que ha dado la vuelta al mundo, o el arte de bajarse de un Rolls-royce

A la derecha, Kate a su llegada a la ceremonia de bienvenida, ofrecida en Londres al presidente de Corea del Sur Yoon Suk Yeol y su mujer, Kim Keon-hee, durante su visita de Estado. Lleva abrigo capa y vestido corto de Catherine Walker, sombrero de Jane Taylor y salones de Gianvito Rossi. Abajo, los Reyes y la princesa durante la cena de gala celebrada en Buckingham. Camilla, con un diseño de terciopelo rojo de Fiona Clare, estrenó la magnífica Tiara Birmana de rubíes y diamantes, a juego con el collar que el príncipe Alberto diseñó para su mujer, la reina Victoria