El Teatro Chino de Hollywood fue escenario de un tributo póstumo a Kobe Bryant, cuyas huellas de pies y manos han quedado grabadas en el suelo del emblemático cine. Vanessa Bryant, viuda del legendario jugador de Los Angeles Lakers, fue junto a sus hijas, Bianka, Capri y Natalia, quien tomó la palabra en un emotivo discurso. «Aunque la mayoría de la gente lo conoció como jugador o como contador de historias, yo lo pude conocer y querer como mi padre. Y déjenme decirles que es el mejor», señaló.