FELICES y sin dejar de sonreír. Así fueron fotografia

dos Fabiola Martínez y Bertín, quienes, acompañados por la hijas del polifacético artista, Eugenia y Claudia, se mostraron exultantes por el éxito del cóctel benéfico organizado por la Fundación Bertín Osborne, en el restaurante La Borda del Mentidero. «Estamos muy orgullosos de lo que estamos consiguiendo y de poder ayudar cada vez a más familias», afirmó la exmodelo venezolana, presidenta de la fundación, a la que en septiembre del año pasado se ha incorporado, como directora general, Rocío Martín Diez, sobrina de Alfonso Diez, viudo de la duquesa de Alba. «Desde que acudió a nosotros para solicitar ayuda por su hijo, entablamos una relación de amistad y ahora está haciendo un gran trabajo en la fundación. Es impresionante lo que ha conseguido en un año», nos cuenta Fabiola.

Casada con Felipe Zuleta, exentrenador hípico de la infanta doña Elena y hermano de José Manuel Zuleta, jefe de la secretaría de la Reina Letizia, Rocío es madre de un niño con discapacidad, Felipón: «Cuando estaba embarazada de veinte semanas, detectaron que el bebé tenía seis lesiones cerebrales severas. Eran compatibles con la vida, pero me recomendaron abortar». Aunque tuvo miedo y dudas, decidió seguir adelante: «Nos decían que iba a estar tumbado toda su vida en una cama. Ahora Felipón tiene diez años, camina, habla y tiene un sentido del humor increíble. Es mi gran maestro y me ha enseñado que lo importante es ser feliz», afirmó.

Claudia, por su parte, confesó que aguarda ilusionada su primera Navidad como madre de su hija, Micaela, que «este año pasaremos con la familia política», y Eugenia con su pareja, el profesor universitario Miguel Barreiro, aunque «no sé si podremos celebrarla juntos, porque vive fuera de España». Ambas no pudieron estar acompañadas por su hermana mayor, Alejandra,

que se tuvo que quedar en Sevilla con sus hijos, pero sí por Ana Cristina Portillo, nacida del matrimonio de la recordada Sandra Domecq y el empresario Fernando Portillo, a la que el cantante considera una hija más. Las tres se dejaron ver, una vez más, como una familia unida junto a Bertín y Fabiola, quien, preguntada por la sorprendente transformación física de su exmarido, respondió: «Yo lo veo genial y con ganas de dar guerra, como siempre. Es más, si se vuelve a enamorar, estaría contenta porque estará feliz y todos estaremos bien». Y sobre la evolución de su hijo Kike, que cumplirá dieciséis años en enero, desveló: «Es un adolescente en toda regla en cuanto a nivel físico, un hombretón, pero sigue siendo un bebé en lo que respecta a las atenciones que necesita para estar bien».

La recaudación obtenida con la fiesta, que contó con la presencia de la infanta doña Elena, irá destinada al proyecto +Family, que ofrece apoyo y asesoramiento a familias de personas con necesidades especiales, derivadas de diferentes discapacidades.