LA familia González Flores al completo volvió a reunirse el pasado sábado 26 de noviembre con motivo de una celebración muy especial: el bautizo de Nala, la hija de Elena Furiase y Gonzalo Sierra. La pareja, que contrajo matrimonio en septiembre del año pasado en la localidad gaditana de Vejer de la Frontera, ya tiene un hijo, Noah, de cuatro años, y el pasado mes de julio dieron a la bienvenida a su niña.

La pequeña recibió las aguas bautismales en la iglesia de Nuestra Señora de la Moraleja, en Madrid, con su tío Guillermo Furiase y su prima Lola Orellana (la hija mayor de Rosario) como padrinos. El hijo de Lolita aseguró sentirse «muy feliz de que me hayan dado ese puesto» y adelantó que, cuando crezca un poco, le dedicará una canción a su ahijada. Por su parte, Rosario, recién llegada de la gala en la que recibió el Grammy Latino a la excelencia musical, desveló que su hija estaba muy ilusionada, ya que «es la primera vez que va a ser madrina».

Carmen Flores, que llegó desde Valencia y estuvo acompañada de algunos de sus hijos y nietos, confesó también su entusiasmo porque hasta ese día no había podido conocer a la nieta de su sobrina Lolita. «No podía faltar», dijo la hermana de la Faraona.

Tras la ceremonia religiosa, la familia y sus amigos se trasladaron a un restaurante de las afueras, donde, tras la comida y como no podía ser de otra manera, los Flores cantaron y bailaron en una divertida fiesta flamenca.

La pequeña tuvo como padrinos a su tío Guillermo y a Lola Orellana, cuyo hermano, Pedro, de dieciséis años, llegó junto a su novia