HOLA

MARTA SÁNCHEZ Y PAULA CABANAS, madre e hija, de tú a tú, en su primera entrevista juntas

« La nuestra es una relación muy especial. Un día nos queremos matar y al otro nos comemos a besos. Las dos tenemos mucho carácter y chocamos. Pero nos queremos muchísimo» dice la cantante

EN treinta y siete años de carrera musical, Marta Sánchez ha alcanzado metas, ha cumplido sueños y ha logrado hitos. Más de media vida alegrando la de los demás. Y desde el escalón de la confianza que da la experiencia, asegura haber descubierto que se siente muy cómoda con un piano y su voz más que « con una banda entera » . «Marta de cerca» ha sido el nombre del concierto que, hace tan solo unos días, ofreció en el madrileño teatro de la Zarzuela, el segundo de estas características en el que desnuda su potente voz como nunca. «Hay veces que sueñas con ser maxi y a lo mejor eres más maxi en lo mini», reflexiona. Hoy nos reunimos con Marta para hablar, precisamente de cerca de su mayor logro, su hija, Paula, nacida de su matrimonio con Jesús Cabanas, hace diecinueve años, apasionada de la música y de la moda, camino, este último, que ha decidido seguir. La artista la presentó en estas páginas cuando tenía cuatro meses, juntas posaron de nuevo al cumplir Paula su mayoría de edad y ahora, entre risas y complicidad, por primera vez, madre e hija hablan en primera persona y posan como dos impactantes modelos. —¿Cómo es vuestra relación?

MARTA.—ES una relación muy especial, muy peculiar. Un día nos queremos matar —ríe— y al otro nos comemos a besos. Las dos tenemos mucho carácter y chocamos, pero nos queremos muchísimo.

PAULA.—SÍ, nos queremos mucho. Y la palabra es especial, exactamente...

— Diferencias madre e hija siempre hay… ¿por qué es tan peculiar la vuestra?

M.—YO creo que no es fácil ser la hija de alguien como yo, que lleva una vida de viajes, de ausencias. Paula ha estado desde muy pequeñita involucrada en una vida ajetreada y muy diferente a la de cualquier otra niña. Y después, yo

«La música me encanta, pero no creo que siga sus pasos. Estoy estudiando el primer año de Comunicación, Estilismo e Imagen de Moda. He elegido bien, es la carrera hecha para mí», dice Paula, de diecinueve años

tampoco es que sea una persona demasiado pegajosa… Me refiero a que soy un poco seca y a veces me paso de estricta. Pero ella sabe que cuando la cojo por banda me la como a besos y le digo mil piropos. Aunque intento que la mesura esté presente para que se ponga las pilas.

—No crees, entonces, en eso de «las mejores amigas».

M.—NO creo, no. Pero claro que hay un pequeño porcentaje de eso cuando tienes esa complicidad en un día de compras o un día que la peino o le doy consejos.

P.—MI madre es muy madre. Mi padre es al revés. Es mi mejor amigo, le cuento todo, hasta salgo de fiesta con él, está ahí siempre y, antes que todas mis amigas, está él —ríe—. Y claro, con mi padre tengo otro tipo de relación que con mi madre, pero, obviamente, la amo.

—Paula, ¿qué crees que has heredado de ella?

P.—EL carácter.

M.—tiene mucho más carácter ella que yo. Y tengo mucho menos amor propio que ella.

P.—SÍ, soy más orgullosa.

—Decís que tenéis diferencias, ¿en qué, por el contrario, sois muy iguales?

M.—EN realidad, tenemos mucho en común. Somos muy iguales en defender las cosas justas y en los principios de educación, respeto y sensibilidad. También somos un poco cabezotas, ordenadas, presumidas y apasionadas.

—¿Quién es más nerviosa de las dos, por ejemplo?

P.—TÚ, mamá.

M.—¿YO...? Soy un poco hiperactiva y muy metódica —ríe—.

P.—muy estricta. Mi madre es un huracán, de todo o nada, y no hay punto intermedio. En todos los aspectos.

—Paula, a ti te gusta la música, pero no te has planteado seguir los pasos de tu madre… Sin embargo, has heredado su pasión por la moda.

—La música me encanta, nunca digas nunca jamás, pero no creo que siga sus pasos. Estoy estudiando el primer año de Comunicación, Estilismo e Imagen de Moda, en el Instituto Europeo de Diseño (IED). Y me encanta, me costó decidirme, pero he elegido bien. Es la carrera hecha para mí.

M.—paula tiene mucha facilidad para la comunicación. Tiene un don de gentes increíble, creo que es una de sus grandes virtudes.

—El vestidor de tu madre será un paraíso para ti.

M.—más bien —ríe Marta—. Y entra sin permiso, aunque sabe que hay piezas y complementos que son intocables… Lo que pasa es que luego cuelga en Instagram una foto en plan pose con el Fendi o el Chanel y la pillo «in fraganti» —ríe de nuevo—.

P.—DE todo lo que tiene, no se da ni cuenta cuando lo cojo —ríe—.

—Marta, ¿en cuestión de moda tenéis gustos parecidos?

—Un día coincidimos mucho o no coincidimos nada. No hay punto intermedio. Yo tengo una edad en la que me veo bien con unas cosas y ella está en el momento de hacer todas las locuras posibles en cuestión de estilismos, algo que yo ya pasé y forma parte de mi pasado. ¡Qué no me habré puesto yo!

—Te has atrevido con casi con todo a nivel estético.

—En moda fui muy valiente siempre, desde pelucas azules hasta coronas de espejo, mucho antes que Lady Gaga… A veces me adelantaba a Madonna.

—Paula, ¿te gustaría ir a las pasarelas de Milán y París?

P.—ME encantaría. Me recorrería Milán y París enteros solo yendo a desfiles de moda. Es que no me puede gustar más.

M.—YO le digo siempre que lea porque hay historias muy bonitas. Los principios de Coco Chanel, de Yves Saint-laurent, de Óscar de la Renta, Balenciaga… Quiero que aprenda de dónde viene la moda.

—¿Cómo te visualizas de aquí a cinco años, por ejemplo?

P.—trabajando en moda, que es lo que más me gusta; con salud, y con buena gente a mi lado, que me quiera y sea leal… Pido poco.

MARTA: «En realidad, tenemos mucho en común. Somos muy iguales en defender las cosas justas y en los principios de educación, respeto y sensibilidad. También somos un poco cabezotas, ordenadas, presumidas y apasionadas»

«Paula es muy especial. Tiene unos principios muy buenos y es muy responsable. A veces, su padre me lo dice: « Hemos tenido mucha suerte

con ella»

—¿Conoces bien la carrera de tu madre, cómo empezó, cómo ha llegado donde está?

P.—más o menos —ríe—. Tiene mucho recorrido y es muy difícil que conozca todo lo que ha hecho, pero sí soy consciente de lo mucho que se lo ha currado.

M.—¡olé, mi niña! Se ha perdido momentos de mi carrera muy importantes, porque no había nacido, básicamente, pero vivió uno muy puntero, que fue el de «Colgando en tus manos » , y su generación me conoce más bien por esa canción y «Soy yo».

—Con diecinueve años, en dos mil veintidós, ¿cuáles son tus gustos musicales?

—Escucho de todo, tecno, «melodic», reguetón, «jazz», los Jackson Five, los Beatles, Madonna, Dua Lipa, Shakira, Coldplay…

—¿En tu «playlist» hay alguna canción de Marta Sánchez?

«Lo bueno de la sinceridad de Paula, unido al buen gusto musical que tiene, es que cuando me dice que una canción es buena, me subo por las

paredes de alegría»

P.—«colgando en tus manos». M.—dice que cuando canto baladas es un rollo.

P.—NO es un rollo, lo que pasa es que es mi madre, la tengo en casa todo el día.

M.—ES que ahora me ayuda un poco en los conciertos y los escucha todo el verano y luego me oye cuando ensayo en casa… Así que está harta de mis canciones.

—Si te pide opinión sobre una de sus canciones, ¿le dices la verdad, te haya gustado o no?

P.—cien por cien. Pero con mi madre y con todo, soy la persona más sincera del mundo. No sé mentir, incluso te digo que, a veces, soy demasiado sincera.

M.—demasiado sincera… Lo bueno de su sinceridad, unido al buen gusto musical que tiene, es que cuando me dice que una canción es buena, me subo por las paredes de alegría.

SOLA EN CASA

—En la educación de Paula, ¿qué es lo que siempre te ha preocupado?

—Que tuviera el valor de la honradez, que fue uno de los valores que más me inculcó mi padre. Y algo que a mí me cuesta mucho, ser tolerante. Soy muy poco tolerante. Y que fuera educada en la mesa.

P.—supongo. Yo es que soy un ser humano muy especial —ríen ambas—, pero tanto para lo malo como para lo bueno. Sinceramente, suerte han tenido mis padres conmigo —ríen de nuevo—. Porque hay cada personaje por ahí… Y tengo un corazón enorme, soy supersensible, muy amiga de mis amigos…

M.—ES verdad. A veces, Jesús, su padre, me lo dice: «Hemos tenido mucha suerte con Paula». Tiene unos principios muy buenos.

—Paula, ¿estás de acuerdo con ella? —¿Cuáles son vuestros planes preferidos juntas?

M.—ME gustaría ir a Londres algún día juntas, porque fue mi primer gran viaje, mi gran descubrimiento, decir «he salido de España».

P.—IR de compras juntas me gusta mucho. Y querría ir a Nueva York con ella y a un concierto de Coldplay, son mi pasión, me gustan tanto que me lo voy a tatuar… —ríe—.

—Ahora que tu hija es mayor de edad, cuando viajas fuera, ¿confías en ella para que se quede sola en casa?

M.—SÍ, porque cuando vuelvo está todo intacto y porque sé que es una niña prudente y con cabeza.

P.—YO creo que no invito a gente a casa por

lo maniática que soy con el orden. Tengo un toc, de verdad, y solo con pensar que me ensucien la alfombra o me dejen las cosas desordenadas, prefiero no hacer fiestas. Lo que me estoy perdiendo —ríe—.

—Cuando sale por la noche, ¿esperas despierta, Marta?

P.—respondo yo. ¡Sí, me espera despierta! Antes era todas las noches, ahora no tanto, porque confía en mí. Le digo « voy a volver a tal hora » y ya está.

M.—SÍ, me dice «vuelvo a la seis» y, claro, no la voy a esperar despierta hasta esa hora.

—Nada que no hayas hecho tú antes, Marta.

—¡Qué va! Cuando yo vivía con mis padres, no me dejaban llegar a esas horas ni por asomo. Eran otros tiempos. ¿Pero sabes por qué me relajo y duermo? Porque sé que es una niña que se cuida. Es muy responsable.

—Que es muy trabajadora, muy perfeccionista y muy buena persona. Aunque a veces la quiero matar —ríe— porque no dice las cosas de la mejor manera, pero tiene buen corazón.

—Paula, ¿qué admiras de tu madre? —¿Cuál es el mejor consejo que te ha dado sobre el amor?

—Que me haga valer, que yo soy la primera y me quiera a mí misma antes de que me quiera nadie.

— Marta, después de treinta y siete años en los escenarios, que se dice pronto, ¿consideras que es difícil estar continuamente reinventándose?

«Mi madre es muy estricta. Es un huracán, de todo o nada, y no hay punto intermedio. En

todos los aspectos»

—Creo que he tenido una evolución muy inteligente de mi parte artística, porque fui de poco a más. Ni siquiera yo cuando empecé era consciente de la evolución que iba a tener mi voz y de las posibilidades que me iba a dar esa evolución vocal a su vez. Por ejemplo, nunca pensé que me iba a poder apoyar en un solo piano para hacer un «show». Y me veo ahora con un formato de piano y voz que me está dando muchas más gratitudes.

— Marta, no te gusta que te llamen diva.

—No me gusta. Me gusta más que me digan icono de la música. Para mí, diva tiene una connotación de inaccesibilidad, una especie de frontera, una barrera que no deja que la toques, y yo sí que dejo acceder. Diva no soy, soy bastante normal.

—Paula, ¿vas a los conciertos de tu madre?

P.—voy a trabajar con ella, la ayudo. Mi primer trabajo ha sido con ella.

M.—NO solo va, sino que me cambia la ropa. Es un poco como ayudante y comienzos de estilista. Y lo hace muy bien, la verdad. Cuando sea una estilista de renombre podrá decir «yo empecé desde cero abrochándole cremalleras a mi madre cuando cantaba». Es un bonito comienzo.

«Mi vestidor es como un paraíso para ella, aunque sabe que hay piezas y complementos que son intocables… Lo que pasa es que luego cuelga en Instagram una foto en plan pose con

el Chanel o el Fendi y la pillo “in fraganti”» —ríe Marta—

«Me gusta más que me digan icono de la música que diva. Una diva para mí es una persona que tiene una especie de barrera que no deja que la toques, y yo sí dejo acceder. No

soy diva, soy bastante normal»

—La Navidad está a la vuelta de la esquina, ¿qué planes tenéis?

M.—ahora ya hay mucha libertad navideña en esta familia. Cada uno hace lo que quiere. No hay imposiciones. Seguramente iré a ver a mi madre en Nochebuena, a A Coruña, y haremos planes por separado. He tenido mucha presión con «Piano y voz» y quiero relajarme y empezar el año con muchas ganas de volver al gimnasio y viajando. Quiero estar el uno subida en un bonito coche o en un avión —ríe—.

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2022-11-30T08:00:00.0000000Z

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