Descrito de forma unificada muy recientemente, a finales del pasado siglo, el síndrome metabólico es una situación que comprende una serie de factores de riesgo que, al sumar sus efectos sobre el organismo, aumentan las probabilidades de padecer diabetes tipo II, arteriopatía coronaria, infartos cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Los factores de riesgo que dan lugar a esta situación patológica están todos ellos relacionados con la obesidad,y son los que generan la aparición de los siguientes síntomas.

• Exceso de grasa abdominal, con obesidad central y aumento del perímetro abdominal.

• Resistencia a la acción de la insulina con glucemias superiores a 120 mg/dl.

• Hipertensión arterial con cifras superiores a 140/90.

• Aumento de las cifras de colesterol y triglicéridos, con disminución de la fracción HDL (colesterol bueno).

• Arterioesclerosis con disfunción endotelial.

La resistencia a la insulina es la alteración inicial que da lugar a este síndrome y a todas las alteraciones que genera. La aparición de la diabetes tipo II, con la consiguiente elevación de la glucosa y el aumento de la grasa corporal, da lugar a la enfermedad isquémica del corazón y al aumento de los factores de riego vasculares.