HOLA

HÁBITOS A DESTERRAR ¡YA!

Una piel bonita (y sana) depende tanto de lo que se hace como de lo que se evita para no dañarla.

S. MILLA

Sí, sabemos que tomar el sol es malo para la piel. (Archimega-superconocido, sí, pero había que decirlo…). Tampoco es bueno saltarse la limpieza ni tocarse los granitos, ¡y también lo sabemos! Pero hay más hábitos que repercuten negativamente en la belleza y salud cutáneas.

Por favor, nada de exfoliación agresiva, limpieza excesiva o el uso de productos inadecuados para nuestro tipo de piel. Estos procesos atacan la función barrera, la hacen más frágil y desatan reacciones inflamatorias que causan daños exteriores y en el interior, degradando los fibroblastos.

Cuando se usan las pinzas de depilar conviene estirar la piel de alrededor, dado que el folículo piloso nace a cierta profundidad; ese gesto tan sencillo facilita llegar al vello sin dañar ni irritar tanto la piel.

Brindemos, sí, ¡con moderación! El alcohol no solo deshidrata, sino que también aumenta el nivel de inflamación en el organismo, lo que perjudica las estructuras cutáneas.

En la ducha y en la limpieza facial hay que evitar el agua caliente, que altera la barrera hidrolipídica. Que esté siempre tibia, por favor.

¿El peor daño cutáneo posible? No revisar cada centímetro de nuestra piel de forma regular. Una vez al mes, hemos de mirar todos nuestros lunares, revisando entre los dedos, plantas de los pies y seriamente el colágeno.

El azúcar no solo se acumula en la cadera o causa caries, es también fatídico para la piel, dado que provoca un fenómeno llamado glicación que afecta al colágeno. Es decir, ¡provoca flacidez y arrugas!

Nos tocamos la cara mucho más a menudo de lo que pensamos, lo cual favorece la aparición de impurezas, ya que con las manos llevamos grasa y suciedad a los poros. Por eso, ¡manos fuera!

Belleza

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2022-11-23T08:00:00.0000000Z

2022-11-23T08:00:00.0000000Z

https://digital.hola.com/article/282716230998681

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