LA semana pasada, Pierre Casiraghi visitó a su abuela Fernanda Biffi, la madre de Stefano Casiraghi —segundo marido de Carolina de Mónaco—. Además de acudir con su familia, el príncipe la sorprendió al regalarle un simpático perrito, de raza pomerania, al que han llamado «Gioacchino». El encuentro fue inmortalizado en una emotiva instantánea, que es la primera de la «nonna» —abuela en italiano— Fernanda y su bisnieto Francesco, el menor de los dos hijos de Pierre y Beatrice Borromeo.

Nacida en Milán en 1926, Fernanda Biffi reside en Fino Mornasco (Italia), cerca del lago Como. Tanto ella como su marido, Giancarlo Casiraghi, fallecido hace ahora veinticinco años, lograron transformar los negocios del carbón que tenía la familia en un imperio financiero e inmobiliario, en el que ahora trabaja Pierre.

Aunque no hay testimonio gráfico de su presencia en esta visita, Carolina de Mónaco siente un cariño muy especial por la madre del que fuera su segundo marido, Stefano Casiraghi. De hecho, la hermana del príncipe Alberto siempre llama «mamma» a Fernanda.